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La fiebre del Oropouche llega a Cuba: alerta del epidemiólogo Francisco Durán

lunes, 27 de mayo de 2024 por Pedro Antonio Ruiz

Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba, ha emitido una alerta sobre la presencia confirmada en la isla del virus del Oropouche por primera vez. Aunque el cuadro clínico no es grave, el especialista advirtió que no se debe subestimar la enfermedad.

Los primeros casos se han diagnosticado en la provincia de Santiago de Cuba, y en las últimas horas se han confirmado nuevos casos en Cienfuegos, específicamente en Aguada de Pasajeros, Cumanayagua y Abreus. La enfermedad tiene un período de incubación de cinco a siete días, durante el cual puede haber transmisión, incluso sin síntomas.

Transmisión y síntomas del virus del Oropouche

A diferencia del dengue y otras enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, el Oropouche se transmite por el jején Culicoides paraensis y también por el mosquito Culex quinquefasciatus. Durán García explicó que, aunque la especie Culicoides paraensis no se ha detectado en Cuba, sí está presente el mosquito Culex quinquefasciatus, que se cría en cualquier tipo de agua, incluyendo aguas albañales y contaminadas.

“Lo peor de todo es que se cría en cualquier charco de agua, incluso en aguas albañales. Su control necesita mucho de la participación popular”, señaló el especialista. “Existe en todas las provincias, en todos los municipios. Es el mosquito que molesta mucho en el horario nocturno”, añadió Durán García.

Como dato menos negativo, el epidemiólogo precisó que el cuadro clínico dura alrededor de cuatro días y que no suele generar casos graves. Los síntomas incluyen fiebre, dolores de cabeza, articulares, vómitos y diarreas. Durán recordó que otras enfermedades más graves como el dengue y los virus respiratorios pueden producir los mismos síntomas, por lo cual ante cualquier sospecha, se debe acudir al médico.

“El personal del área de salud está preparado y es quien define la conducta a seguir en estos casos. No podemos restarle importancia. En estos momentos en Cuba existe dengue que muchas veces tiende a producir casos graves y críticos. El mensaje más importante es que ante estos síntomas hay que ir al médico”, insistió Durán.

El especialista subrayó que debe ser el médico quien determine si es Oropouche, dengue o influenza. En cuanto a los pasos a seguir una vez diagnosticada la enfermedad, indicó que al ser viral, el tratamiento es paliativo sobre los síntomas que se tengan.

“Hay un equipo de trabajo que está realizando intervenciones para la lucha contra los vectores, desde el punto de vista de participación comunitaria, clínico y de pesquisa”, indicó el especialista, quien llamó a estar alertas y acudir al médico cuanto antes en caso de tener síntomas.

El virus del Oropouche, que ha circulado en varios países de la región, principalmente en Bolivia, Brasil, Colombia y Perú, nunca antes había sido detectado en Cuba.

Preguntas frecuentes sobre la fiebre del Oropouche en Cuba

A continuación, se presentan algunas preguntas y respuestas relevantes sobre la llegada de la fiebre del Oropouche a Cuba y las medidas que se deben tomar para prevenir su propagación.

¿Qué es la fiebre del Oropouche?

La fiebre del Oropouche es una enfermedad viral transmitida por la picadura del jején Culicoides paraensis o el mosquito Culex quinquefasciatus. Los síntomas incluyen fiebre, dolores de cabeza, articulares, vómitos y diarreas.

¿Cómo se transmite el virus del Oropouche?

El virus se transmite a través de la picadura del jején Culicoides paraensis, que no se ha detectado en Cuba, y del mosquito Culex quinquefasciatus, que sí está presente en la isla. Este mosquito se cría en cualquier tipo de agua, incluidas las aguas albañales.

¿Qué medidas se deben tomar ante la fiebre del Oropouche?

Es fundamental acudir al médico ante la presencia de síntomas como fiebre, dolores de cabeza, articulares, vómitos y diarreas. Además, se debe participar activamente en las campañas de control de vectores y evitar acumulaciones de agua que puedan servir de criadero para los mosquitos.